fotografía rafael villar

Es la noble cabeza negra pena,
que en dos furias se encuentra rematada,
donde suena un rumor de sangre airada
y hay un oscuro llanto que no suena.

 

 

Rafael Morales, el poeta del toro.-

 

Estos versos corresponden a la primera estrofa del soneto El Toro, escrito por Rafael Morales (1) el 1 de agosto de 1940, un día después de cumplir los 21 años (2), siendo este soneto el primero de una serie escalonada que lo llevó a componer 26 poemas lidiando con lo taúrico, el toro bravo como eje, objetivo y fin.

Esta circunstancia queda perfectamente explicada por el gran José María de Cossío, en su introducción al libro Poemas del Toro: (3)

“Salen todos los años centenares de ilusos diestros futuros a lidiar con los toros, y tan solo uno raro alcanza a practicar suertes que le garanticen la gloria. Semejantemente, toros poéticos se lidian por centenares de poetas, aunque con menos riesgo, y es raro que llegue a rematar alguno un poema con forma completa. Pero en el caso de Rafael nos ha proporcionado el tema, más taúrico que taurino. La alusión a la fiesta de toros es mínima, y, en cambio, hincha el poema la consideración del toro, fuerza oscura y elemental de la Naturaleza, impulso cósmico, inquietador e explicable negro mundo de instinto ciego, designio acometedor de toda explicación racional.”

Rafael Morales es uno de los grandes poetas dentro de lo que Dámaso Alonso llamó poesía arraigada, de la primera generación poética de la posguerra, o de lo que otros han denominado Generación del 36 (José Hierro, Luis Rosales, Leopoldo y Juan Panero, German Bleiberg, Rafael Duyos, Gabriel Celaya, Blas de Otero y un largo etcétera).

Morales cuenta con una obra poética vastísima, publicada entre 1943 y 2003 (4), llegando a ser Premio Nacional de Literatura en 1954 por su obra “Canción sobre el asfalto”.

Para Rafael el toreo es “la perfecta conjunción entre toro y torero, lo artístico entrañado en un juego hermoso y trágico, donde la belleza y tensión de la fiesta oculta en cierto modo, todo lo que de primitivo tiene la corrida.” (2)

La innovación de Morales a la poesía taurina, radica en hacer al toro el protagonista de la Fiesta, ya no es el torero y su sacrificio el actor principal, ni siquiera la propia lidia y su interpretación, con Rafael Morales aparece el verdadero y gran protagonista, sin cuya existencia nada tiene sentido en la plaza: el toro.

Rafael Morales es un referente de la poesía taurina española e hispanoamericana, al que vuelvo una y otra vez, buscando sus fascinantes versos para complementar mis fotografías.

El segundo año del covid lo he acabado con una serie de cuatro fotografías del toro de lidia, para acompañar a cada una de las estrofas del soneto:

“Toro de amor y ausencia” 

Tu ausencia está en mi sangre y en mi vida,
hecha forma de toro enamorado,
que embiste por mis huesos desbordado,
buscando por mi pecho la salida.

 Y este toro, constante en la embestida,
te busca por mi piel ensangrentado,
te busca por mi frente, te ha buscado
por estos labios que tu amor olvida.

Toro de amor, de llanto, de tristeza;
toro inclemente en loco desvarío,
no busque su presencia tu fiereza.

Secóse el dulce arroyo en el estío:
no besarán mis labios su pureza,
tan sólo amarga tierra, ¡toro mío!

Toledo, enero 2022
Rafael Villar Moyo

(1) Rafael Morales Casas (31-07-1919 Talavera de la Reina/29-06-2005 Madrid). Poeta, profesor universitario y crítico literario.

(2) Revista El Ruedo, núm. 1.251, Madrid, 1968. Entrevista de Manuel Ríos Ruiz a Rafael Morales.

(3) Poemas del toro. Rafael Morales. Adonais I. Editorial Hispánica. Madrid, 1943.

(4) Poemas del toro, Col. Adonais, 1943; El corazón y la tierra, Valladolid, Halcón, 1946; Los desterrados, Col. Adonais, 1947; Poemas del toro y otros versos, Afrodisio Aguado, 1949; Canción sobre el asfalto, Los Poetas, 1954 (Premio Nacional de Literatura); Antología y pequeña historia de mis versos, Escelicer, 1958; La máscara y los dientes, Prensa Española, 1962; Poesías completas, Giner, 1967; La rueda y el viento, Salamanca, Álamo, 1971; Obra poética (1943-1981), Espasa-Calpe, 1982, con el libro inédito Prado de Serpientes; Entre tantos adioses, Melilla, Rusadir, 1993; Obra poética completa (1943-1999), Calambur, 1999; Poemas de la luz y la palabra, (2003).


  

 

Autor: rafael villar moyo
rvmoyo@gmail.com